Se puede visualizar la ponencia aquí y a continuación siguen apareciendo los videos que completan la ponencia que será publicada por Mediarte Estudios a fines de este año.
Fenomenología del asco, o de cómo el cine puede acceder a él.
“La sensación dominante en el asco a los animales es el miedo a
que nos reconozcan cuando los tocamos. Lo que se espanta en lo profundo del
hombre es la oscura conciencia de que en él vive algo tan poco ajeno para el
animal asqueroso que éste podría reconocerlo. Todo asco es originalmente asco
al contacto. A esta sensación el dominio sólo logra pasarla por alto con gesto
esporádico y desbordante: abrazará fuerte lo asqueroso, lo comerá, mientras que
la zona del más leve roce epidérmico sigue siendo tabú. Sólo así puede
satisfacerse la paradoja de la exigencia moral que demanda de las personas la
superación y al mismo tiempo el cultivo más sutil de la sensación de asco. No
tiene permitido negar su parentesco bestial con la criatura a cuya llamada
responde con asco: debe convertirse en su amo”. Walter Benjamin, Calle de mano
única.
Este trabajo busca ir más allá de
la impresión primera, que ciertos personajes nos comparten. Esa sensación, que se
puede calificar como asco o repulsión. El cine también nos saca de ahí, en una
de sus aristas más pedagógicas, nos saca de la comodidad de la butaca, nos saca
de nuestros limbos de lo conocido para provocarnos, arrancarnos de lo que por
conocido o estético no nos amenaza, no perturba.
Para ello, presentaré a “Merd” o “mierda”
en español que nace en la película “Tokyo”, largometraje que se compone de tres
cortos de diferentes directores como creación del cineasta francés Léos Carax.
Una de las películas a la que libremente califico de “políticamente incorrecta”.
Sin duda, produce malestar, nos incomoda en la butaca y Merd colabora
primalmente, fundamentalmente en esto.
Sobre Merd:
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